MIS MEMORIAS

Puedo decir que de mi etapa como universitaria hasta el día de hoy, mis mejores e inolvidables recuerdos han sido durante mi primer período de prácticas, (no me malinterpretéis chicas/os que con vosotras también los he pasado), pero con mis “peques” han sido momentos especiales.

Incluso antes de conocerlos ya sabía que nunca los olvidaría, que nunca podré desechar en mi memoria esos primeros pasos como “seño de infantil”.

Siempre supe que quería ser maestra, vivir siempre tratando con ellos y que mi trabajo y esfuerzo vaya destinado a ellos. A esos “pequeñajos” que te hacen que cada día se una experiencia nueva e inolvidable con su energía y vitalidad.

Estoy deseando que lleguen nuestras segundas prácticas, para poder estar día a día con ellos, enseñándoles, viendo su evolución y sobre todo aprendiendo de ellos. Para mí, no existe otra profesión más que esa y ojalá pueda dedicar toda mi trayectoria profesional como mestra infantil.

Ser Maestra implica mucho más que un compromiso, implica dar todo lo que uno lleva a dentro para transmitirlo de la mejor forma a cada uno de ellos, para que crezcan felices y con paz dentro de sus corazones.